Los tacos al pastor han sido una constante. A lo largo de los años no ha habido desvelada, regreso de concierto, noche triste o de alegría, borrachera, celebración, viaje o cruda que no haya estado acompañada por una buena cena de tacos al pastor. Estoy seguro de que esta historia no es exclusiva mía. Millones de mexicanos han vivido alegrías, triunfos, pérdidas o nostalgias con un taco al pastor en la mano.
Como pueden leer, los tacos al pastor no solo han estado presentes, sino que han sido parte fundamental de las etapas más importantes de mi vida. Por eso no solo forman parte de mi alimentación, sino también de lo que soy como persona.